La sobreexplotación global ha causado un desequilibrio en la naturaleza y el suelo, según el Informe de la UE 33/2018. Este desequilibrio ha llevado a un aumento de microorganismos patógenos que están degradando el microbioma natural de los bosques mediterráneos, conocidos como "dehesas" en el suroeste de la Península Ibérica. Estas dehesas son sistemas agroforestales que combinan pastizales con especies del género Quercus. Es urgente restaurar este equilibrio del microbioma y el suelo para recuperar su capacidad de combatir patógenos como Phytophtora cinnamomi (P. cinnamomi) y otros que representan una amenaza. Los ecosistemas en todo el mundo están en peligro y requieren soluciones adaptadas caso por caso para restaurar este equilibrio perdido.

A nivel mundial, la familia de patógenos Phytophthora es conocida como el "destructor de plantas" debido a las considerables pérdidas económicas anuales que causa, estimadas entre 2 y 7 mil millones de dólares en sistemas agrícolas, además de pérdidas incalculables en ecosistemas naturales. En el suroeste de la Península Ibérica, más de 30,000 hectáreas están afectadas por estos patógenos, con un crecimiento anual del daño de al menos el 0.5% entre 1957 y 2013. En áreas infectadas, la tasa anual de mortalidad de árboles es aproximadamente 15 veces mayor que en las áreas no afectadas.